Plataforma de París por una energía saludable

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COP21-labelLa Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en París (COP21) es una oportunidad para que profesionales y organizaciones de la salud de todo el mundo se unan en apoyo de una transición hacia una energía limpia y renovable.  Este giro esencial puede reducir de una vez los innumerables impactos del cambio climático y proteger a la salud pública de la contaminación generada por los combustibles fósiles.

Dicha transición se torna imperativa, pues los combustibles fósiles afectan a la salud humana por partida doble, al contribuir en forma significativa tanto a la contaminación del medio ambiente local como al cambio climático global.  Son una fuente importante de contaminación del aire exterior, responsable de la muerte prematura de aproximadamente 3,7 millones de personas en 2012 – más que las vidas que se cobran el VIH/SIDA, la malaria y la tuberculosis juntos.  Además, la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero –el dióxido de carbono, el metano y el carbono negro- proviene de la extracción y quema de combustibles fósiles, lo que contribuye al cambio climático que The Lancet ha considerado como la principal amenaza a la salud global en el siglo XXI.

Como profesionales de la salud y promotores de la salud de la población, reconocemos que:

  • La utilización de combustibles fósiles que contaminan y producen el calentamiento global contribuye significativamente a que la población mundial se enferme y muera prematuramente.
  • Una menor dependencia de los combustibles fósiles, en especial del carbón, y una transición hacia fuentes de energía renovable brindan la oportunidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que protegen y mejoran la salud de la población en todos y cada uno de los países.
  • Los países desarrollados son los responsables de la mayor participación histórica en las emisiones de combustibles fósiles y los países en desarrollo -con una responsabilidad mucho menor en el problema- tienen derecho a un desarrollo sostenible.
  • El acceso a la energía es decisivo para mejorar los resultados en el sector del cuidado de la salud y, a fin de satisfacer las crecientes necesidades energéticas del mundo, debemos priorizar fuentes de energía limpias, renovables y saludables, así como la eficiencia energética, por sobre las fuentes de energía sucias basadas en los combustibles fósiles.
  • Existe la necesidad urgente de implementar las recomendaciones del Informe 2015 de la Comisión Lancet sobre Salud y Cambio Climático, que apela a los gobiernos a eliminar prontamente el uso de carbón en la matriz energética mundial y a expandir rápidamente el acceso a la energía renovable en países de ingresos medios y bajos.

Por lo tanto, nos comprometemos y hacemos un llamado a nuestros colegas que trabajan en el sector del cuidado de la salud para que se unan a nosotros con el objetivo de:

  • Facilitar la educación, el diálogo y la acción en relación con los impactos sobre la salud que pueden tener las elecciones que nuestras instituciones, comunidades y países realizan en el campo de la energía.
  • Incidir a fin de que se integren las evaluaciones de impacto sobre la salud y las evaluaciones económicas de la salud en la toma de decisiones sobre proyectos y políticas energéticas.
  • En los casos en los que nuestras instituciones posean inversiones en el mercado, considerar desinvertir en combustibles fósiles.
  • Liderar con el ejemplo a través de la inversión en soluciones energéticas limpias en consultorios médicos, centros de salud, hospitales y sistemas de salud y mediante la utilización del poder de compra para descarbonizar la cadena de suministro del sector salud.

Además, convocamos a los gobiernos locales y nacionales, así como a las instituciones internacionales, para que:

  • Cesen en su dependencia fatal y costosa hacia los combustibles fósiles mediante la eliminación de los subsidios a dichos combustibles, desechando nuevos proyectos de carbón y dejando de lado la generación de energía a partir del carbón.
  • Prioricen y financien un desarrollo basado en fuentes de energía limpias y renovables, a fin de proteger la salud pública.
  • Logren un acuerdo internacional que promueva la transición hacia una energía limpia y renovable, mediante la transferencia de recursos técnicos y financieros a los países con menos capacidades para lograr esta transición.
  • Inviten al sector salud a tener una mayor participación en la toma de decisiones sobre la energía y el clima en todos los niveles del gobierno.
  • Exijan que las evaluaciones de impacto sobre la salud sean realizadas por expertos calificados como parte de los requisitos legales para permitir el emplazamiento de nuevos proyectos energéticos.
  • Incluyan consideraciones sobre el impacto , así como costos y beneficios para la salud, al tomar decisiones jurídicas, financieras y de política relacionadas con proyectos energéticos.

Como representantes del sector del cuidado de la salud, pensamos que si tomamos en cuenta los impactos sobre la salud que tienen nuestras elecciones energéticas, nuestras comunidades, países y el mundo entero podrán  alcanzar mejores, más costoefectivos y más equitativos resultados de salud, junto con un acceso universal a la energía y a un clima saludable.         

 

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